25 de Febrero - 3 de Marzo 2012

 

Llegamos a Canarias desde Madrid el 25 de febrero de 2012. Incluso en ese mes, en Canarias hace un tiempo muy bueno y casi todos los días tuvimos sol. Nuestra "base de operaciones" estaba en Puerto de Santiago, en Tenerife, un lugar estratégico para conocer el norte de la isla. Es un pequeño pueblo con numerosas playas de arena basáltica y con muchos chiringuitos para tomarse unas cervezas. Desde la costa se ve perfectamente la isla de la Gomera.

 

En Tenerife nuestro plan era realizar tres rutas: conocer el noroeste hasta la Punta de Teno (Ruta 1), visitar el Parque Nacional del Teide (Ruta 2) y asomarnos a contemplar los impresionantes acantilados de los Gigantes (Ruta 3).

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Escudo de Tenerife

 


RUTA 1. Punta de Teno, Garachico e Icod de los Vinos.

 

El faro de Punta de Teno está construido sobre los acantilados lejos de cualquier pueblo. 

Situado en un paraje agreste al que se llega por la única carretera que hay en el entorno, es el punto más occidental de la isla de Tenerife.


Vistas del faro de Teno y los acantilados sobre los que asienta.

 


                          
                Vista de un rincón en la Villa de Garachico

Escudo de Garachico

Garachico es un bonito pueblo que ha sabido conservar su aire colonial de finales del siglo XIX. Fue fundado a finales del siglo XV y, durante los dos siglos siguientes, fue el puerto más importante de la isla. Desde su puerto salían barcos cargados de azúcar y vino hacia Europa y América, lo que representó un notable progreso para el pueblo y sus habitantes.

A mediados del siglo XVII hubo un corrimiento de tierras que acabó con la vida de un centenar de personas, así como el hundimiento de más de cuarenta barcos.

 

 

El 5 de Mayo de 1706 una erupción del volcán Trevejo sepultó gran parte del pueblo y especialmente el puerto, que quedó totalmente cubierto. A pesar de todo no hubo víctimas mortales.

La puerta que daba acceso al pueblo, que había quedado cubierta por la lava, fue posteriormente sacada a la luz quedando como testimonio de donde quedó el antiguo nivel 2 metros por debajo del actual.

La colada de lava que llegó hasta el mar formó unas piscinas conocidas como el Caletón donde la gente suele disfrutar de unos apetecibles baños.

 

 



              Piscinas naturales en Garachico

RUTA 2. Parque Nacional del Teide

  El vulcanismo en Canarias

El Archipiélago Canario es un conjunto de edificios volcánicos que se levantan sobre el fondo oceánico situado a una profundidad de entre 2.000 y 4.000 m. El Teide, situado en la Isla de Tenerife, es el pico más alto de España con sus 3.718 m sobre el nivel del mar. Su parte sumergida  se hunde hasta más de 3.000 m con lo que resulta ser una enorme pirámide
 volcánica de casi 7  kilómetros de altura.

El origen de las Canarias podría estar ligado al funcionamiento de un "super-penacho" (columnas de material más caliente que el resto del manto terrestre, que ascienden verticalmente, como una  columna de humo, desde la superficie del núcleo hasta la base de la litosfera) situado bajo el Atlántico que tuvo su máxima actividad durante el Cretácico. Canarias es una zona en donde gran parte de su actividad volcánica ha tenido lugar a lo largo de grandes fisuras y fallas que han provocado movimientos de compresión y distensión de la corteza terrestre a lo largo de su historia.

El origen de la Isla de Tenerife se sitúa hace unos 15 millones de años debido al ascenso del magma por una de estas fallas en la placa oceánica (actividad ígnea intraplaca). La acumulación de lava fue ascendiendo hasta la superficie formando la isla tras sucesivas erupciones seguidas de periodos erosivos.

Hace unos 3 millones de años se inició una nueva construcción que, tras varias erupciones, alcanzó  cerca de 5.000 m de altura. De ello resultó que, al tener tanta altura y muy poca base, el edificio volcánico se derrumbó hace unos 200.000 años ocasionando grandes "tsunamis". En ese momento surgió, en el hueco central, un nuevo edificio volcánico, el complejo Teide-Pico Viejo cuya última erupción ocurrió en 1798. Durante tres largos meses salieron más de 12 millones de metros cúbicos de lava por una grieta en las laderas de Pico-Viejo.

Para saber más

 

 

El día 28 de Febrero amaneció con buen sol y la promesa de ser un buen día para visitar el Parque Nacional del Teide, así que nos dispusimos a seguir el camino que nos llevaría por nuestra segunda ruta.

Desde Puerto de Santiago se accede fácilmente siguiendo la carretera que rodea la parte sur del Parque.

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La carretera atraviesa un terreno pedregoso resultado de las erupciones del Teide, donde un extenso bosque, la Corona Forestal, rodea el volcán dando la sensación de que los pinos han crecido entre las piedras sin el menor complejo

El pino canario (Pinus canariensis) posee unas características especiales de resistencia al fuego gracias a una gruesa capa de corcho que lo aísla del calor y las llamas. Posee una gran capacidad regenerativa, siendo capaz de desarrollarse incluso en paredes de roca casi verticales.

A medida que nos acercamos al Teide, la vegetación disminuye hasta casi desaparecer, sustituida por matorrales y líquenes, los únicos capaces de vivir en las lavas basálticas.

 

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Los Roques y subida al Teide-Pico Viejo

La carretera llega hasta la base del Teide, donde hay un aparcamiento y desde donde se pueden hacer varias rutas de senderismo. Nosotros hicimos una ruta que rodea un macizo rocoso conocido como Los Roques de García.

Es una ruta circular y cómoda, sobre todo si se empieza en Pico Viejo. Nos llevó un par de horas.

Desde el punto más alto se observa perfectamente cómo debió avanzar el mar de lava de la última erupción. La sensación es realmente impactante dando la sensación de que la lava esté aun caliente.

 


El Teide visto desde la carretera que bordea la parte sur del Parque Nacional

 

El Roque Cinchado es una de las formaciones rocosas más singulares que pueden encontrarse dentro del Parque Nacional del Teide. 

Forma parte de la alineación de columnas rocosas de los Roques de García, y está formado por la superposición de sucesivas capas de lava.

Situado a unos escasos 300 m. por debajo del pico del Teide, la erosión y el viento le han dado esta singular forma que parece desafiar las leyes de la gravedad.

 



El Roque Cinchado con el Teide al fondo parcialmente cubierto por las nubes

 

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El Roque Cinchado quedó inmortalizado por haberse hecho famosa su  silueta en el reverso de los billetes de mil pesetas que circularon desde 1979 hasta la llegada del euro en 2001.

Fue un billete que se imprimió en honor a Benito Pérez Galdós, ilustre autor canario de los Episodios Nacionales.

 

RUTA 3. El barranco de Masca y el acantilado de los Gigantes.

 

Masca es un caserío que pertenece al municipio de Buenavista del Norte dentro del Parque Rural de Teno. Es el origen de una  conocida ruta que recorre el barranco hasta el mar, 700 metros más abajo. Su recorrido representa una de las actividades de senderismo más espectaculares que podemos encontrar en la isla.

 

 

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El macizo de Teno, en cuyo corazón está Masca, se formó a base de una sucesión continua de coladas basálticas y es una de las tres zonas más antiguas de Tenerife, con unos 7 millones de años. Una vez formado, sufrió una fuerte erosión que creó los valles en V que vemos actualmente. Era conocido por los guanches como la "Muralla del Infierno"

El recorrido tiene una longitud de unos 6 Km. para desembocar finalmente en el mar. La ruta se nos dio muy bien y la hicimos tranquilamente en tres horas.

El Parque Rural de Teno es un área protegida por su geología, fauna y flora, en donde encontramos el lagarto tizón (Gallotia galloti), endémico de Canarias y muy abundante en Masca.

 

Vista de los  Acantilados de los Gigantes


... y, después de la caminata, aun nos sobró tiempo para ir a la playa a tumbarnos al sol del atardecer.

 

Escudo de Lanzarote    

 

Conocida como "La Isla de los Volcanes", Lanzarote es la más septentrional y occidental del archipiélago canario y, al igual que las demás, también es de origen volcánico. La isla se formó hace 11 millones de años y las últimas fases eruptivas ocurrieron ya en tiempos históricos.

El día de nuestra visita habíamos tomado uno de los muchos vuelos regulares que hay entre las islas para llegar a Arrecife, la capital, donde alquilamos un coche para dirigirnos al pueblo de Yaiza y posteriormente al Parque Nacional de Timanfaya.

 

Durante el trayecto pudimos contemplar el sistema que se utiliza para cultivar la uva malvasía, con la que se hace el vino de Lanzarote.

Para cultivar estas viñas se hacen agujeros en el terreno en cuyo centro se planta la vid y se entierra en lapilli, material piroclástico de pequeño tamaño, muy poroso, que resulta interesante para esta agricultura por su capacidad para captar la humedad de los vientos alisios, evitando su evaporación.

Las viñas se rodean de muretes de piedra semicirculares que las protegen del viento. 

 

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Parque Nacional de Timanfaya
 

El Parque Nacional de Timanfaya ocupa una superficie de más de 50 Km. cuadrados. Fue declarado Parque Nacional en agosto de 1974. Está situado al suroeste de la isla, en donde se concentra la mayor parte de la actividad volcánica. Las devastadoras erupciones del siglo XVIII se produjeron entre los años 1730 y 1736. 

El testimonio del cura párroco de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo, es muy explícito; describió el comienzo de las erupciones que transformaron más de la cuarta parte de la isla, cuando la lava arrasó y sepultó varias aldeas:


El 1º de septiembre de 1730 entre las nueve y diez de la mañana la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que continuaron ardiendo durante 19 días. Pocos días después un nuevo abismo se formó y un torrente de ardiente lava se precipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha Blanca...

Llegamos justo al atardecer y nos dio tiempo a ver una demostración de cómo sale el calor de un pozo de tan sólo 2 metros de profundidad. Con solo acercar una pértiga con hierba, ardía.

Acto seguido subimos al autobús para empezar el recorrido por el parque.

 

La isla de Lanzarote aún mantiene actividad volcánica, existiendo puntos de calor en la superficie en donde se alcanzan los 100-120ºC y, en algunos puntos, hasta 600 ºC tan sólo a 12 metros de profundidad.

El último episodio eruptivo tuvo lugar en 1824, y dio lugar a la aparición de nuevos volcanes. En la actualidad cuenta con más de 25 volcanes.

 

 

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