La Iglesia románica de la Asunción, Monumento Histórico Artístico, construida entre los siglos XI y XIII, es una de las iglesias rurales más interesantes de la ruta del Cid que ha conservado su belleza a pesar del paso del tiempo. Es una construcción de nave única y ábside semicircular. La portada, flanqueada por una hilera de columnas, forma un curioso arco apuntado decorado con múltiples imágenes y figuras de dragones y serpientes. Cuenta la leyenda que estuvo unida por pasadizos subterráneos al castillo.

 A la izquierda, entrada a la Iglesia de la Asunción.

    En el interior la nave se cierra con una armadura de madera y un arco triunfal que comunica la nave y la cabecera conservando pinturas de dragones, trazados ajedrezados y blasones. En el exterior puede verse en el ábside una corona de canecillos decorados con una abigarrada fauna de diversas cabezas de hombres,
animales y figuras eróticas.
 

              A la derecha, interior del ábside de la Iglesia de la Asunción.

   El día siguiente fuimos a visitar parte de las Hoces del río Riaza. Desde Aranda de Duero, circulamos por la carretera BU-945 hasta Fuentelcésped y desde allí por una carretera local hasta Montejo de la Vega de la Serrezuela ya en la provincia de Segovia limítrofe con la de Burgos.

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    Durante muchos años el principal recurso de este lugar ha sido la ganadería de ovino y recientemente la elaboración del vino en algunas bodegas. Según relatan las crónicas, el pueblo se organizó como consecuencia de la repoblación acaecida durante los siglos XI y XII, teniendo un destacado papel defensivo durante la reconquista.

     Montejo de la Vega de la Serrezuela está en la cabecera, donde comienzan las Hoces del Río Riaza. Declaradas Parque Natural en 2005, representan un espacio natural de gran valor geomorfológico y botánico cuya formación se debe al encajonamiento del río Riaza, afluente del Duero, que ha provocado la disolución de calizas y su depósito sedimentario a lo largo del cauce, formando cañones que crean biotopos de gran interés como medio para aves rapaces. El espacio aparece incluido en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Castilla y León.

    Además del pueblo de Montejo, las Hoces incluyen varios otros municipios. Las Hoces tienen una extensión aproximada de unos 15 kilómetros por donde discurren algunas rutas de senderismo, bicicleta de montaña y adaptadas para tráfico de automóviles, hasta llegar al embalse de Linares del Arroyo.

   En nuestra visita aparcamos los coches a la entrada del pueblo y nos dispusimos a recorrer la parte de la senda que comienza en los jardines de la Casa del Parque. El trayecto, de casi dos kilómetros, nos llevó hasta un lugar conocido como área recreativa "La Pisadera". El tiempo no nos acompañó, ya que amenazaba lluvia, como así ocurrió al final del trayecto, con un cielo encapotado color "panza de burra" con el que es imposible obtener buenas fotografías.

    La senda continua paralela al río rodeado por una densa vegetación de sauces, fresnos y chopos y, en las laderas, sabinas, rosales silvestres y quejigos. Los grandes árboles mostraban todavía, en una primavera temprana, su desnudez invernal.

    Durante el recorrido observamos cortados calcáreos con numerosas cuevas, abrigo de rapaces, formados cuando toda esta zona estaba bajo el mar, como lo demuestra la presencia de restos de fauna marina y la gran vega aluvial que surgió como consecuencia de la acción del río.

    Es muy notable la presencia de numerosas especies de aves entre las que destaca por su importancia el buitre leonado, el halcón peregrino, el alimoche y el búho real. Alguno de ellos nos observa desde lo alto de los peñascos como vigilantes y dueños de un dominio invadido por unos forasteros.

    Durante el recorrido pudimos observar diversidad de especies vegetales, más abundantes en las márgenes del río, destacando el sauce blanco (Salix alba), árbol de hoja caduca que suele habitar en lugares húmedos en las proximidades del agua y de cuya corteza se extrae la salicina de la que derivan ácidos salicílicos, base de la conocida aspirina.

    Junto con Montejo de la Vega de la Serrezuela, Maderuelo pertenece al conjunto de las Hoces del río Riaza donde Rodríguez de la Fuente creó, en 1975, el Refugio de Rapaces con la mayor concentración de buitres leonados de toda Europa.

    Maderuelo conserva su aspecto medieval como si el tiempo se hubiera detenido en épocas de la reconquista. El día de nuestra visita numerosos turistas deambulaban por calles y rincones, aparcando coches en los
los lugares más insólitos.

    Hubo que esperar pacientemente durante casi media hora para obtener la fotografía de la entrada, que aparece a la derecha, cuando, por breves segundos, quedó libre de un constante trasiego motorizado y humano.

     Las calles empedradas, de trazo más o menos rectilíneo, muestran casas de origen románico y gótico de no mas de dos alturas y algunas blasonadas de distintos períodos.

     En el pantano de Linares se encuentra sumergido un pueblo del mismo nombre cuyas ruinas afloran cuando desciende el nivel del agua.

    Como monumentos interesantes cabe destacar la Iglesia de Santa María con restos de origen románico, y una impresionante espadaña con varios vanos para campanas, la Iglesia de San Miguel y la ermita de la Vera Cruz.