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LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE Introducción |
1- Introducción |
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos, y sobre las bestias, y sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Génesis 1,26.
1- Introducción
Cuando
Darwin publicó
El
Origen de
las Especies en 1859 aun no se conocía prácticamente ningún resto
fósil de antepasados del hombre. El autor de la teoría de la Evolución
apenas se refirió al origen del ser humano quizá pretendiendo, de
momento, no meterse en ese jardín y, aunque ya existían desde la Grecia
clásica ciertas ideas evolutivas sobre el origen de los seres vivos a
partir de formas inferiores, fue
muy poco después de la publicación de
El
Origen
cuando se desarrolló con fuerza la idea de que debía haber existido una
especie intermedia entre los simios antropomorfos y el ser humano. A
partir de entonces, y en menos de siglo y medio se han ido descubriendo
una serie de restos fósiles
hasta completar no menos de una treintena de distintas especies que,
como dialectos de una misma lengua, jalonan
la posible trayectoria evolutiva del hombre.
El estudio comparativo y datación de estos restos fósiles nos lleva de
la mano a considerar, entre otros, dos aspectos fundamentales: el
primero es que
la
evolución no aparece como una sucesión lineal de eslabones encadenando
una especie tras otra, como se pensó al principio, pues resulta evidente
que hubo varias especies de homínidos que coexistieron en el mismo
tiempo. El segundo aspecto hizo ver a los estudiosos que
la historia de la evolución humana se asemeja más a un árbol; un
árbol en el que algunas ramas se desarrollaron frondosas, aunque luego
acabaron secándose y perdiendo sus hojas, y en el que otras ya nacieron
como pequeños brotes que se agostaron prontamente, mientras otras,
finalmente, crecieron vigorosas hasta coronar el vértice del árbol de
la vida donde se sitúa nuestra especie, el rey de la creación,
o, por lo menos, eso es lo que él se cree tal vez sin apreciar que cada
ser vivo, con su irrepetible individualidad, está igualmente en el
vértice de su propia rama evolutiva. A cualquiera que se asome con curiosidad a estos temas habrán de surgirle, no una sino muchas cuestiones, aun hoy difíciles de responder. Si nos preguntásemos cuando, porque y cómo se originó el ser humano solo podríamos contestar, tal vez aproximadamente a la primera cuestión al haber sido posible averiguar el momento en que se produjo la separación con la línea del chimpancé. El porqué entraría dentro de la metafísica y del terreno religioso que solo la fe podría aclarar. Del cómo, sólo somos capaces, por ahora, de aportar aproximaciones e indicios que nos llevan a preguntarnos si no seremos un producto del azar. El proceso evolutivo del ser humano habría de contemplarse en un contexto total sobre la vida en la Tierra que pudo haber comenzado hace 3.800 millones de años. A lo largo de todo este tiempo nos sorprende la semejanza de todos los seres vivos lo que indica que su origen debió estar en un antepasado común, LUCA (Last Universal Common Ancestor) que sería el hipotético primer ser vivo del cual descienden todos los existentes, principio fundamental de la teoría evolutiva. El descubrimiento, a mediados del siglo pasado, de que algunas moléculas de ARN pueden catalizar su propia replicación y la construcción de proteínas, llevó a la hipótesis de que las primeras formas de vida se basaban enteramente en el ARN, lo que se conoció como "mundo ARN". El ARN fue sustituido posteriormente por el ADN, mucho más estable y capaz de construir seres más complejos, proveerse de una membrana plasmática y auto replicarse formando "copias" iguales a su progenitor para diferenciarse posteriormente en todas las especies conocidas vivas o extintas. Pero esto, ¿fue realmente así? ¿Hubo un proceso de diseño inteligente que habría de requerir la armonización de muchas variables? o, por el contrario ¿son todas las variaciones fruto del azar? Si así fuera cabría pensar que cualquier variación, por pequeña que fuera cambiaría por completo el resultado final hasta hacerlo completamente distinto. Si la historia evolutiva comenzase de nuevo desde cero, es casi cierto que no estaríamos aquí, o estaríamos bajo otra forma y apariencia probablemente muy diferente.Ejemplos de ello, sobran. A lo largo de la historia de la Tierra ha habido grandes catástrofes y cambios climáticos que casi se llevaron por delante más del 95 % de las especies vivientes. Estos eventos modificaron probablemente el proceso evolutivo de algunos seres vivientes. El estudio de la evolución humana requiere los conocimientos aportados por otras ciencias, fundamentalmente la genética, la botánica y, por supuesto, la paleontología formando un conjunto que ha venido en llamarse la Teoría sintética de la evolución. Es un análisis interdisciplinar en el que juegan un papel fundamental las mutaciones o duplicaciones causadas por errores en la replicación del ADN. Dejemos a los grandes teóricos de la evolución discutir si las variaciones son continuas o a saltos, si la evolución, al más puro estilo darwiniano, interviene mucho, poco o nada, pero lo que sí parece cierto es que la duplicación por azar de material genético podría explicar la aparición de nuevas especies, por ejemplo, en las plantas.
A
continuación se presenta una exposición
secuencial de los supuestos antepasados del hombre que jalonan la
trayectoria de la evolución humana, aderezados con algunos datos de
interés y anécdotas que ilustran los descubrimientos más significativos.
No hay que olvidar que constantemente están apareciendo nuevos restos
que se añaden a las colecciones ya existentes. Muchos de ellos son
variedades bautizadas con distintos nombres que no merece la pena
detallar para no convertir este ensayo en una guía telefónica difícil de
digerir, por lo que solo daremos una breve reseña de los hallazgos más
significativos. Cualquiera que pudiera estar interesado en profundizar
en detalles sobre alguna especie en particular no tiene más que calzarse
el ratón, y navegar por la red donde encontrará decenas, e incluso
cientos de artículos, reportajes, historias y blogs con completas
bibliografías, que darán cumplida satisfacción a su curiosidad. SIGUIENTE (Los primeros restos. Grupo Ardipithecus) |
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